viernes, 4 de julio de 2014

Amor e inspiración




Te amo, te amo y no lo podré callar más…
Tu belleza es el día a día de mi inspiración,
Tu belleza deslumbrante es como un sol
Que irradia  tanta luz, alcanzándome a enceguecer
Quizá porque me siento oscuro e inferior,
Pero sinceramente esa suposición no tiene sentido alguno,
Ya que el amor es neutralmente espiritual,
Pues a los dos nos dejará por igual…

Y aquí enfrentando mis miedos y expectativas,
Poco a poco mi felicidad engrandece…
Puedo conocer hasta mis más profundas pasiones,
Pero mi única y principal pasión eres tú.
Recuerdo cuando me dijiste que ese pedacito de tu corazón es mío,
Me empieza a recordar viejos poemas,
Y aquel autor que leíste,
Así fuese de un hombre,
La verdad es que la transmutación de tu amor
Me enamoró,
Me renovó,
He vuelto a nacer…

Quiero hablarte mucho,
Pero no como a los demás
Sobre mis secretos.
Yo solo quiero hablar de poesía
Y ser tu trovador.
“Echarte los perros” todo el tiempo,
Es lo que alimenta mi vida,
Mi ser.
Quisiera ponerle aquel sentido místico
A nuestro amor.
Hablar desde los soles de cada uno,
Va esto de mi conocimiento,
Lo que quiero ahora contigo,
Es soñar…
Soñar como nunca antes lo había hecho en mi vida,
Soñar que estamos profundos,
Nadando en frescas aguas,
Ya sea en el mar,
A un templo espiritual…
Me acuerdo de aquellos sueños a los que me llevaron los ángeles…
No puedo soñar mucho hoy,
Quizás ha sido la adoctrinación,
Pero los límites no existen,
Este amor será tan grande
Que sé que volveré a soñar.

Ese paisaje nocturno lleno de estrellas
Y de luna llena,
Y bajo esta belleza natural
Se postran dos grandes lugares
Que solo cabrán en nuestra imaginación,
Pero sé que se volverán realidad,
Pues lo que hay debajo de este firmamento,
Son la playa y el templo sagrado-místico…
De lo intangible no sé cómo explicarlo,
Fue un templo que surgió de mí,
Un lugar hecho de mármol
Con mucha naturaleza de árboles,
Unos colores rosados y azules oscuros y claros,
Muchas estrellas…
Ese lugar estaba hecho para los dos.
Solo tú y yo sabemos llegar allí,
Y me acuerdo,
Cuando juntos nadamos en esas frías aguas,
Y tú eras la sirena de mis sueños,
Pues fuiste tú la que me llevaste a lo profundo,
Me hiciste soñar y yo me sentí como el fuego refrescándose…
Mi sol se calmó por primera vez.

Cada noche nos veíamos,
Y más con esos ritmos de canción,
Sé que más habrá…

Pero hablando ahora de playas,
Yo soñaba con acostarnos juntos ante el fuego,
La arena, el mar y el cielo…
Donde yo te diría todo lo bella que eres.

Fue aquel viaje al que no fui…

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