domingo, 4 de enero de 2015

Coyuntura


Al principio, gran belleza, admiración,
Luego, el pensar constante, una futura felicidad,
Posteriormente, un acercamiento y una apariencia impasible.
Pero los sueños hicieron soñar, y el amor creó otro amor.
Del amor a la belleza y de éste al amor.
Belleza interior y exterior se admiraron.
No obstante, se vivía de belleza, apatía y ojeares,
Noches con llanto por miedo, por temor,
Pues fue tanto ese temor que jamás llegó al tenorio,
Por temor al gran auditorio,
Al menos se deseaba un amor velado,
Empero, la incomunicación estaba presente.
Por consiguiente, solo se vivieron instrucciones aleccionantes,
Otras bellezas rodeaban, en algunos había afirmaciones y negaciones.
Pero pareciera que el corazón siempre late a uno.
Y tras la libertad de estas instrucciones,
Otras más, y dependiendo del ser son o no aleccionantes.
Aislamiento total, aun algunas visiones inconscientes,
Aun una esperanza, un desespero y un sufrimiento.
Crisis, errores y aprendizajes, casi todo estaba descuidado,
Ya solo quedaba estudiar.
Y en medio de ese estudio volvió la esperanza,
Inesperadamente fue una ocasionalidad,
Fue motivo de júbilo y resurgimiento,
Por fin una decisión clara.
Más aun, las enseñanzas abocaron,
El tenorio era seguro y con mucha incertidumbre,
Pues tomó fase para pasar de la belleza al amor,
Y de éste a la comunicación.
Éste último tomó realidad material y con constante temor,
Solo conocimiento y poca lindeza
Donde la primera cultivaría un temor por ignorancia,
De nuevo, aislamiento, apatía…llanto me procede,
Cólera por esa ignorancia que crea miedo
Y yo que conozco, pues el amor prevalece.
Las fantasías inconscientes transmutaron a conscientes
Y han creado las artes.
Como ves, solo vi los sentimientos,
Decidme dónde escribí lo que conozco,
En ningún lado,
Pues eso para mí solo es eso, conocimiento,
Mas esta poesía no merece hablar de ello.

Pues fue lo que más me es significativo, el sentir.

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